Este miércoles tuvo lugar la presentación de la nueva edición del libro “Subasta de almas” o “Armenia arrasada”, con incorporaciones como numerosas notas y un estudio de investigación histórica realizada por Eduardo Kozanlián. El sobre el genocidio del pueblo armenio fue publicado por primera vez en 1918 en inglés y al año siguiente salió su primera versión en castellano. Este texto cuenta la historia de la adolescente Aurora Mardiganián en primera persona, considerada muchas veces como la Ana Frank de Armenia.
Aurora sobrevivió al genocidio a manos de Turquía contra el pueblo armenio -negado por el Estado truco- entre 1915 y 1923. Más de un siglo después de su primera publicación, este libro llega con una nueva traducción a un castellano más actual.
El lugar elegido para el encuentro fue el Centro Cultural de la Cooperación, Avenida Corrientes 1543. La presentación estuvo a cargo de Eugenio Raúl Zaffaroni, ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, de Valeria Thus, directora general de Derechos Humanos, de Ulises Gorini, periodista y autor del libro “La Rebelión de las Madres” y también Pablo Alí, especialista en discurso jurídico y Derechos Humanos. Por otro lado, el periodista Víctor Hugo Morales y el historiador y traductor Vartán Matiossián se hicieron presentes de forma virtual. La moderación del panel la llevó adelante la Licenciada Julieta Ojunian. Si bien Eduardo Kozanlián estaba en el centro cultural, participó desde el público escuchando a los oradores.
También participó la actriz y gestora cultural, Cecilia Rossetto, quien leyó algunos pasajes del libro, principalmente que hablaban de los abusos sexuales de las mujeres durante el genocidio armenio, con una interpretación que hizo sollozar a la audiencia.
Además, se proyectó una pieza audiovisual del dibujante e historietista Miguel Repiso, mejor conocido como Rep, con una gran sintesis sobre lo que fue el genocidio armenio que publicó en Télam Digital en 2022.
¿Por qué la nueva edición del libro tiene dos nombres? Porque el libro se titula “Armenia arrasada» (1918) y la película sobre ese texto que se estrenó en 1920 se llama “Subasta de almas” y fue protagonizada por la misma Aurora en Estados Unidos.
En diferentes momentos del encuentro se proyectaron videos con diferentes contenidos, como por ejemplo fotos comparativas de 1915 y 2023. Con más de un siglo de diferencia las imágenes mostraban situaciones similares. La única diferencia era el pasaje de blanco y negro al color. Es evidente que la situación del pueblo armenio desde el comienzo del genocidio en 1915 hasta la actualidad no ha cambiado mucho, de hecho fue un punto que remarcaron todos los oradores a lo largo de la presentación, el genocidio continúa, la violencia continúa en territorio armenio. “No es pasado si no presente”, afirmó la moderadora con respecto al contexto de violencia sufrido por los y las armenias.
El primer orador de la noche fue Pablo Alí. “Para mí es importante en el mundo editorial decir que los libros no son productos de una sola persona”, comenzó el especialista en Derechos Humanos al resaltar el trabajo conjunto que realizó junto a Eduardo Kozanlián durante ocho años. “Aurora escribió su testimonio cuando llegó a Estados Unidos”, con el horror y el trauma a flor de piel. Alí contó que se juntaba con Kozanlián durante muchas horas todos los martes a investigar sobre ese genocidio, a tal punto que comenzó a llamar a los martes Armenia. Alí resaltó que el proceso del libro fue como “recuperar un material que su traducción era muy antigua, casi como un trabajo de arqueología” y que descubrieron “que el libro es un testimonio invaluable porque puede ser todo comprobado”.
En el caso de Víctor Hugo Morales, apareció con un video grabado en el que expresó “simpatía por el pueblo armenio y por el conocimiento del padecimiento del genocidio. Ese estupendo el trabajo de Eduardo. La historia de Aurora estremece, se trata de un sufrimiento que no se tiene en cuenta en el mundo, que el mundo no toma nota. La lucha del pueblo armenio es eterna”.
Cuando la abogada Valeria Thus tomó la palabra celebró “la iniciativa de juntarse para reflexionar en tiempos difíciles como estos” y manifestó que “la lucha de Aurora, asumimos la lucha de muchos y muchas, en contra del negacionismo”.e hizo alusión al año electoral argentino y sobre los discursos negacionistas de La Libertad Avanza. Así conectó ese negacionismo que se está viviendo en el país con el negacionismo del genocidio armenio, no solamente del Estado de Turquía si no de otras tantas naciones.
“Esta presentación se da en un momento muy particular en nuestro país y nos gustaría poder celebrar los 40 años de Democracia en un escenario completamente diferente al que atravesamos hoy, con discursos negacionistas y apologéticos de la dictadura, con candidatos que promueven una agenda regresiva en políticas de igualdad y atacan a las agrupaciones de derechos humanos y diversidad. Y no puedo dejar de decir nunca más a la violencia política, nunca más al negacionismo. Y que a la democracia se la mejora con más democracia”, afirmó la también la también autora del libro “Negacionismo y Derecho Penal”.
Después fue el turno de Vartán Matiossián, que al vivir en Estados Unidos tuvo que participar por Zoom. El traductor compartió con el público el recorrido que realizaron junto a Kozanlián, a quien en sus palabras tuvo que convencer e insistir para que hiciera ese trabajo. “Subasta de almas” fue traducido por Matiossián quien afirmó que “es la concreción de un sueño pero no de él si no de Eduardo”.
El periodista Ulises Gorini resaltó que el libro “no es una película de ficción ni una novela, sino sobre hechos atroces de la realidad. Y tiene una cuota de actualidad porque el genocidio armenio continúa hoy en día”.
Además, el comunicador hizo alusión sobre el proyecto de ley contra el negacionismo que están impulsando actualmente en Argentina algunos legisladores junto a agrupaciones y organismos de Derechos Humanos y que no sólo se incluirían discursos negacionistas sobre la última dictadura militar en el país (1976-1983) si no también los genocidios del Holocausto y el armenio. Gorini remarcó que la “lucha por la memoria colectiva” debe ser constante y permanente, “como el concepto que acuñaron las Madres (de Plaza de Mayo), memoria fértil”.
Por último, el ex juez de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tuvo la palabra final y felicitó “a Eduardo por su tarea paciente, larga y minuciosa, que nos devuelve esta versión refinada quizás sumamente cuidada de este testimonio. Naturalmente que esto no ha terminado, que esto continúa en Artsaj”. El actual miembro del Instituto para la Investigación y Promoción de los Derechos Sociales Fray Bartolomé de las Casas realizó un recorrido histórico sobre la humanidad desde sus orígenes hasta la actualidad y cómo eso explica de alguna manera los conflictos y problemáticas que se presentan hoy en diferentes partes del mundo, como en Armenia o Argentina.
“¿Y Armenia es víctima de qué? -se preguntó Zaffaroni- A fines del siglo 19 ya había sufrido. Después de 1915 a 1923. Pero ¿Quién victimiza Armenia y quién la sigue victimizando hoy? Sí, los turcos. No me cabe duda. Los turcos. ¿Pero por qué? ¿Por qué los turcos lo pudieron hacer? Fue Europa esa que hoy agoniza con su guerra con su cultura y modernidad. Esa Europa que no le importa nada, que hoy carece de líderes, esa que nos vendió la modernidad con sus valores y que se preocuparon por la dignidad humana. Y bajaron al sur como civilización, una civilización que casi nos agota los pueblos originarios y que traficó 20 millones de africanos esclavizados. Con lo que Europa robó de América desarrolló su burguesía y se dedicó a generar genocidios por todo el planeta. hasta que se pelearon entre ellos claro. La primera guerra mundial la gran guerra. Y terminó y condenaron a los turcos en Versalles en el Pacto de Versalles. Y después hicieron otro pacto y a los turcos nada y que los armenios se la banquen”.
«Apuesto a que sobreviviremos a todo, al calentamiento global, a todo. Y si apuesto mal, no va a haber quedado nadie para contradecirme«, concluyó Zaffaroni.