La asesora presidencial Cecilia Nicolini -actualmente en Londres junto a la ministra Carla Vizzotti– y el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, trabajan en la cuestión bajo un hermetismo total amparado en una regla no escrita de la diplomacia: “Ellos son los que donan, ellos son los que anuncian, ellos son los que fijan las condiciones”.
Alberto Fernández tiene la expectativa de que en las próximas 48 horas la administración de Joe Biden realice el anuncio oficial, pero para acelerar lo máximo posible los tiempos instruyó a Aerolíneas Argentinas para que prepare dos vuelos con hoja de ruta a Memphis. En el escenario más optimista, proyectan que podrían despegar el próximo fin de semana, pero eso ya no depende de la Argentina, sino de los EEUU.
Hubo dos hechos que destrabaron el arribo de las dosis. El primero fue la decisión política de Fernández de modificar la Ley de Vacunas por decreto luego de varios meses de polémica. El segundo, la firma del contrato comercial con el laboratorio para la provisión de vacunas a partir de 2022.
Las vacunas -entre 2,5 y 3 millones, se especula- serían destinadas al uso pediátrico. Para que eso suceda, todavía faltan que se concreten otros pasos. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) debe habilitar en primera instancia la vacuna de Moderna y luego definir el rango etario. Ni la FDA -ente regulador de EEUU- ni la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizaron aún su aplicación en menores de 18 años, pero hay expectativas de que esa situación cambie en las próximas semanas. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el propio presidente Alberto Fernández, confirmaron esta intención la semana pasada cuando se refirieron pública a Moderna como una vacuna pediátrica.
Con un porcentaje alto de vacunados en la mayoría de los estados y millones de dosis disponibles, los Estados Unidos hicieron un programa de donación de dosis a distintos países. El 1° de julio, por ejemplo, llegaron 2,5 millones de inyecciones de Janssen a Colombia.
La vacuna de Moderna está basada en la plataforma ARN mensajero, una novedad para la Argentina. Sputnik, AstraZeneca y Sinopharm -disponibles en el país- utilizan otro tipo de tecnología. El esquema incluye dos dosis. Ese tipo de vacunas enseñan a las células del organismo humano a producir una proteína, o incluso solo una porción de una proteína, que puede desencadenar una respuesta inmune si la persona queda expuesta a la infección por el coronavirus.
La vacuna Moderna fue 100% efectiva contra la variante Alfa del coronavirus, que había sido detectada en septiembre del año pasado en el Reino Unido; 96% efectiva contra la variante Beta a los 14 días de la aplicación de la segunda dosis, según un estudio de personas vacunadas residentes en Qatar. El estudio fue publicado este viernes 9 de julio en la revista especializada Nature Medicine.