En los valles irrigados de la Patagonia Norte, se producen principalmente peras y manzanas que se destinan al mercado interno y de exportación. Los establecimientos frutícolas más pequeños (menos de 10 hectáreas), representan el 50% del total de los fruticultores, se basan en el trabajo familiar y la ocupación de mano de obra permanente o temporaria.
En el video se muestra una experiencia de trabajo de poda con tijeras y motosierra eléctrica que fue llevada a cabo por un productor frutícola de Centenario en la provincia de Neuquén, para mejorar la calidad de las condiciones laborales de los podadores. Desde el INTA Centenario se ha acompañado este proceso de innovación tecnológica.
Más info: Juan Kiessling – INTA Centenario – [email protected]