La presentación había sido realizada la semana pasada por Fernando Míguez, de la ONG Fundación por la Paz y El Cambio Climático, que estipulo que podría haber existido ese delito cuando Álvarez fue trasladada a la Argentina. Entre los acusados se encuentran Guillermo Coppola, Mariano Israelit, Omar Suárez -cara visible del local nocturno Cocodrilo-, Carlos Ferro Vieira, entre otros que acompañaban al Diez en sus días de Cuba. Suárez, por su parte, se presentó en Comodoro Py con un abogado tras diversas declaraciones en programas de televisión donde le pidió “perdón” a la víctima, que fue traída a la Argentina para recibir implantes mamarios a pedido de Diego cuando todavía era una adolescente.
El abogado patrocinante de Mavys es Gastón Marano, titular de cátedra en derecho internacional público, con una experiencia histórica en casos complejos que mezclan abusos cometidos contra menores y el mundo del fútbol: fue quien logró la condena a Jonathan Fabbro en 2019 tras representar a su víctima, ahijada del jugador hoy preso en Marcos Paz, que recibió una pena 14 años de cárcel. Marano se negó a ser consultado por el tema, que se maneja en estricta reserva.
El caso de Mavys se convierte en una paradoja para el sistema penal a la hora de determinar una responsabilidad. Con Maradona muerto, sin poder ser imputado por abuso, los investigadores encontraron una cuestión de prescripción temporal, además de ser hechos ocurridos en Cuba bajo otra legislación. El delito de trata de personas no estaba prefigurado en la ley argentina en aquel entonces: llega al Código Penal en 2008.
Sin embargo, hay otra pregunta que resuena en la Justicia federal: ¿acaso alguno de los imputados “consiguieron” otras mujeres para Maradona? La nueva querella, por otra parte, da otro impulso al expediente.
Álvarez misma en una reciente entrevista reveló el daño psicológico que el vínculo abusivo le causó. “Gracias a él conocí cosas que no hubiera podido conocer. Pero también viví cosas que me afectaron y al día de hoy me siguen afectando. Los nervios, dejaba una adicción y caía en otra. Estuve un tiempo para poder liberarme del todo. Fue muy duro”, afirmó.